La industria tecnológica prevé que 2026 será el año en que los llamados agentes de inteligencia artificial, programas capaces de ejecutar tareas y tomar decisiones por sí mismos, se integren de manera amplia en empresas y administraciones públicas. Estudios recientes estiman que esta tecnología superará los 8,500 millones de dólares en valor de mercado durante el próximo año.
Encuestas realizadas a miles de directivos en distintos países muestran una expectativa clara: el 69 % considera que los agentes de IA modificarán procesos clave de su organización. De ellos, un 44 % anticipa transformaciones “de alto impacto”, mientras que solo un 7 % no prevé cambios relevantes.
El impulso se debe principalmente a tres factores:
• Aumento en la eficiencia y ahorro de costos, ya comprobados en tareas repetitivas.
• Mayor infraestructura digital, que facilita integrar modelos avanzados sin reconfigurar por completo las operaciones.
• Fuerza laboral más capacitada, resultado del crecimiento de programas de adiestramiento en IA durante 2024 y 2025.
Consultoras internacionales prevén que, si continúa esta tendencia, el mercado de agentes autónomos podría alcanzar entre 35 mil y 45 mil millones de dólares hacia 2030, impulsado por sectores como manufactura, logística, finanzas y servicios públicos.