En medio del debate nacional por la propuesta de reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales, el empresario Carlos Slim Helú, uno de los hombres más ricos del país, expresó su desacuerdo con el plan impulsado por el gobierno federal encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y planteó un modelo alternativo que ha generado polémica.
Slim ha señalado públicamente que no considera viable la reducción de la jornada laboral bajo el esquema planteado, al advertir posibles afectaciones a la productividad, la competitividad de las empresas y la sostenibilidad económica.
Entre sus principales planteamientos, el empresario ha propuesto:
• Jornadas laborales concentradas, de tres o cuatro días a la semana, pero con turnos de 11 o hasta 12 horas diarias, manteniendo un total cercano a las 48 horas semanales actuales.
• La posibilidad de incrementar el empleo formal mediante esquemas de turnos rotativos, sin reducción salarial.
• Extender la edad de jubilación hasta los 75 años, argumentando que la esperanza de vida ha aumentado y que los sistemas de pensiones enfrentan presiones financieras cada vez mayores.
Slim ha sostenido que, desde su perspectiva, “es mejor trabajar más horas y ganar más”, en lugar de reducir el tiempo laboral con posibles impactos económicos negativos.
Por su parte, el Gobierno de México, a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), impulsa una reducción gradual de la jornada laboral hasta llegar a 40 horas semanales en 2030, sin disminución salarial ni de prestaciones.
El esquema planteado contempla una transición progresiva, con ajustes paulatinos a partir de los próximos años, como parte de una reforma a la Ley Federal del Trabajo y al Artículo 123 constitucional.