Cada 22 de septiembre se conmemora el Día Mundial sin Auto, una fecha que busca reflexionar sobre el impacto ambiental y social del uso excesivo del automóvil. En México, el transporte particular es responsable de gran parte de la contaminación: 40% de los óxidos de nitrógeno (NOₓ), 16% de las partículas PM₁₀ y 10% de las PM₂.₅, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX.
Para las mujeres, la realidad es doblemente desafiante. Diversos estudios muestran que son más vulnerables a los efectos de la contaminación, pues esta puede afectar su sistema respiratorio, hormonal e inmunológico, incrementando riesgos de cáncer de pulmón, complicaciones cardiovasculares e incluso cáncer de mama. En Puebla, por ejemplo, se registran cerca de 2,000 nuevos casos de cáncer de mama al año, con más de 300 fallecimientos, siendo la contaminación uno de los factores ambientales que agravan la situación.
En cuanto a movilidad, el INEGI reporta que 3 de cada 10 mujeres mexicanas cuentan con un auto propio. Sin embargo, la cifra aumenta si consideramos el uso de taxis y plataformas de transporte: al menos 6 de cada 10 mujeres urbanas utilizan de forma recurrente vehículos de aplicación como Uber o Didi para trasladarse. Esto significa que, aunque no todas poseen un automóvil, gran parte de sus desplazamientos diarios siguen dependiendo de medios motorizados que contribuyen a la contaminación.
El Día Mundial sin Auto nos recuerda que apostar por el transporte público seguro, incluyente y eficiente, así como por alternativas sostenibles como la bicicleta o caminar, no solo reduce gases contaminantes: también protege la salud de miles de mujeres que, día a día, enfrentan un entorno urbano cada vez más hostil.