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El arte y la voz de las mujeres indígenas mexicanas llegan a Madrid: una muestra que teje puentes culturales entre dos naciones

Más de 400 piezas arqueológicas, textiles y rituales elaboradas por mujeres indígenas viajan desde México para integrarse a cuatro exposiciones simultáneas en Madrid
27 de octubre de 2025 por
El arte y la voz de las mujeres indígenas mexicanas llegan a Madrid: una muestra que teje puentes culturales entre dos naciones
Redacción

México y España abren un nuevo capítulo de cooperación cultural con la inauguración de La mitad del mundo. La mujer en el México indígena, una magna exposición que reconoce el legado de las mujeres originarias y busca reconstruir los lazos históricos entre ambas naciones.


El proyecto, impulsado por el Gobierno de México encabezado por Claudia Sheinbaum, reúne más de 400 piezas provenientes de 25 acervos nacionales, bajo la coordinación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Las obras podrán apreciarse a partir del 31 de octubre en cuatro sedes de la capital española: el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, el Instituto Cervantes y la Casa de México en España.


La exposición, curada por Karina Romero Blanco, se centra en el papel de las mujeres dentro de las civilizaciones mesoamericanas, presentando esculturas, piezas de cerámica, textiles, instrumentos rituales y objetos que datan de más de dos mil años de historia.


Entre las piezas más esperadas destaca el ajuar funerario de la llamada “Reina Roja” de Palenque, símbolo del poder político y espiritual femenino en el siglo VII.


Los cuatro espacios museísticos ofrecerán enfoques distintos que exploran la vida cotidiana, la cosmovisión y la fuerza creadora de las mujeres indígenas. En el Thyssen, por ejemplo, se pondrá especial énfasis en la representación femenina en el arte contemporáneo, mientras que el Museo Arqueológico Nacional mostrará el papel de las mujeres en la construcción de las culturas originarias.


Más allá de su valor estético, la exposición se interpreta como un gesto de reencuentro cultural entre México y España, luego de años de tensiones diplomáticas derivadas de los debates sobre la Conquista. Las autoridades culturales de ambos países han coincidido en que el arte puede ser una vía para el diálogo y el reconocimiento histórico.