Este encuentro resaltó la pluralidad de voces: participaron mujeres de comunidades indígenas, rurales, migrantes, con discapacidad, víctimas de violencia y en procesos de reinserción social. Todas ellas aportaron desde su experiencia para fortalecer la sororidad y demostrar que la igualdad no es un privilegio, sino un derecho que debemos garantizar.
Desde la visión de diputadas y funcionarias, se enfatizó la necesidad de avanzar en temas como la autonomía económica, igualdad salarial, participación en la tenencia de la tierra y un sistema de cuidados sólido para las mujeres.
En Las Dálmatas celebramos que existan espacios como este, que nacen del diálogo y de causas legítimas para transformar realidades. Estamos a favor de que se abran más espacios para el diálogo y la escucha de las mujeres, porque juntas construimos un futuro más igualitario.