Ciudad de México.– Ser mujer en México sigue siendo un factor determinante para percibir menores ingresos, y convertirse en madre profundiza aún más esta desigualdad. Así lo advierte Fátima Trujillo, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en su análisis “No, las mujeres no escogen los salarios más bajos”.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024 del INEGI, la brecha salarial crece cuando se trata de mujeres con hijos:
• Con el nacimiento de su primer hijo, un hombre incrementa sus ingresos en 38%.
• En el mismo escenario, una mujer apenas alcanza un 8% de aumento.
• La diferencia entre hombres y mujeres pasa de 19% a 36% cuando hay hijos de por medio.
Trujillo explica que muchas veces la brecha se justifica con la idea de que las mujeres prefieren trabajos más flexibles o con beneficios no económicos, como horarios reducidos o licencias de maternidad. Sin embargo, esas “preferencias” no son libres, sino resultado de una desigual distribución de las tareas domésticas y de cuidado.
Un estudio en Dinamarca reveló que, al buscar empleo, las mujeres suelen valorar más la cercanía al hogar, la flexibilidad y los beneficios familiares, aunque estos puestos ofrecen salarios más bajos. En contraste, los hombres aplican en mayor medida a sectores como las finanzas o la consultoría, con sueldos más competitivos.
La raíz del problema, advierte Trujillo, está en el tiempo que las mujeres destinan a tareas no remuneradas. De acuerdo con la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) 2024:
• Las mujeres dedican 65% de su tiempo total de trabajo a labores del hogar y cuidados.
• Los hombres invierten solo 31%.
• Además, ellas dedican en promedio 9.4 horas más a la semana que los hombres al cuidado de niñas y niños de 0 a 5 años.
“Mientras las responsabilidades domésticas sigan recayendo desproporcionadamente en las mujeres, no podremos hablar de una verdadera libertad de elección en el mercado laboral”, concluye la investigadora.