Desde inicios de diciembre y con mayor fuerza el 7 y 8 de diciembre de 2025, se registran múltiples salidas de peregrinos por la autopista México–Puebla, Periférico Ecológico y caminos rurales, con contingentes que avanzan a pie, en bicicleta, a caballo o en autobuses hacia la Ciudad de México. Estas movilizaciones han sido documentadas por medios locales que reportan largas filas y el cruce de corredores viales.
Las autoridades capitalinas y de la alcaldía Gustavo A. Madero reportaron proyecciones de afluencia masiva a la Basílica de Guadalupe, en torno a 13.5 millones de peregrinos para las celebraciones, por lo que ya se implementan operativos de seguridad, salud y movilidad para atender la llegada y el tránsito.
En el caso de Puebla, al menos 150,000 poblanos participan en estas peregrinaciones hacia la Basílica, sumándose desde municipios como Atlixco y Atempan, cuyos grupos comenzaron su travesía en días recientes.
El arzobispo de Puebla hizo un llamado a la prudencia y a apoyarse en las autoridades durante el trayecto, ante el riesgo que representan las peregrinaciones en vías rápidas y en condiciones climáticas variables. Autoridades de carreteras también han exhortado a automovilistas a extremar precauciones por la presencia de personas en la cinta asfáltica.
Además del componente religioso, especialistas y reportes económicos estiman una importante derrama económica asociada a las festividades guadalupanas: medios han calculado un impacto económico nacional elevado por la llegada masiva de visitantes.