Puebla registró 148 incidentes de violencia político-criminal entre 2018 y octubre de 2025, de acuerdo con el mapeo nacional Votar entre Balas elaborado por Data Cívica. Con esta cifra, la entidad se posiciona en el séptimo puesto a nivel nacional, dentro del grupo de diez estados con mayor incidencia en este tipo de agresiones.
El informe detalla que 63 municipios poblanos presentaron al menos un ataque contra actores políticos durante el periodo analizado; sin embargo, seis demarcaciones —entre ellas Puebla capital, Tehuacán, Ajalpan, Amozoc y Chiautla— concentran la mayoría de los crímenes, lo que evidencia una distribución territorial desigual de los riesgos.
A nivel nacional, Data Cívica ha documentado que la violencia político-criminal mantiene una tendencia al alza, con miles de eventos acumulados desde 2018 y un crecimiento sostenido en los últimos ciclos electorales.
Entidades como Guerrero, Guanajuato, Veracruz y Oaxaca se mantienen entre las más afectadas en el país, superando a Puebla en número total de agresiones.
El análisis también subraya que este fenómeno tiene efectos directos en la gobernanza local y en el ejercicio democrático. Estudios de la misma organización muestran que los ataques a candidatos y autoridades pueden reducir la participación ciudadana en procesos electorales, lo que convierte a la violencia político-criminal en un factor que deteriora la calidad democrática.
La concentración de agresiones en municipios específicos de Puebla plantea la necesidad de reforzar protocolos de protección y prevención, así como de avanzar hacia la homologación de registros oficiales que permitan distinguir de manera sistemática los delitos con motivación política respecto a otros tipos de violencia.