En plena temporada de Día de Muertos, Puebla reafirma su liderazgo en la producción de flor de cempasúchil y terciopelo, al concentrar el 72 por ciento de la producción nacional, según cifras del sector agrícola estatal. Este año, los productores locales sembraron más de un millón de macetas destinadas a la venta y comercialización, generando una derrama económica que supera los 99 millones de pesos.
Con una producción que rebasa las 15 mil toneladas de flor de corte y más de 220 mil manojos de flor de terciopelo, los campos de municipios como Atlixco, Tochimilco, San Jerónimo Coyula, Huaquechula y Tianguismanalco se tiñen de tonos naranjas y rojizos, consolidando a la región como uno de los principales motores florícolas del país.
Durante una reunión con productores locales, la secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural, Ana Laura Altamirano, destacó que el cultivo de estas flores no solo tiene un valor económico, sino también cultural: “Detrás de cada flor hay una familia que preserva una tradición que nos identifica como pueblo”, expresó.
Productores de la zona coincidieron en que la demanda de flores para altares y ofrendas impulsa cada año la economía local, beneficiando a viveros, transportistas, comerciantes y artesanos. Además, señalaron la importancia de continuar fortaleciendo la comercialización directa, para garantizar precios justos y mantener viva una de las costumbres más arraigadas de México.
La producción poblana de cempasúchil y terciopelo representa también una fuente de empleo temporal para miles de familias rurales, que encuentran en estas fechas una oportunidad para mejorar sus ingresos y mantener viva una tradición que cruza generaciones.