Informes, denuncias públicas y algunas investigaciones periodísticas señalan la existencia de quejas y procesos administrativos por conductas de violencia —física, psicológica y sexual— presuntamente cometidas por elementos de las fuerzas policiales y castrenses contra sus parejas.
Estas denuncias, presentadas ante autoridades civiles, militares o instancias de control interno, ponen en evidencia la necesidad de atención específica a las víctimas y de mecanismos claros de seguimiento.
A nivel nacional, fuentes diversas muestran investigaciones y quejas registradas en órganos internos y, en algunos casos, en la Fiscalía Militar; no obstante, las cifras disponibles suelen estar dispersas y no siempre distinguen a las víctimas según si la persona denunciada pertenece a cuerpos policiales o a las fuerzas armadas.
Por eso resulta difícil establecer una cifra consolidada y comparable.
En Puebla, los registros públicos consultados y los comunicados oficiales no ofrecen, hasta ahora, un padrón accesible y desagregado que identifique cuántas denuncias por violencia en el ámbito de pareja han sido atribuidas específicamente a policías o a personal militar.
Esto limita la posibilidad de dimensionar con exactitud el problema y diseñar políticas focalizadas de prevención y atención.
Especialistas y organizaciones defensoras de derechos humanos han señalado que, frente a denuncias de este tipo, es indispensable garantizar rutas de atención con perspectiva de género, protección para las víctimas y coordinación entre fiscalías civiles y mecanismos de supervisión institucional que respeten el debido proceso.
Asimismo, llaman a transparentar datos sobre quejas, seguimiento procesal y resoluciones para permitir una evaluación pública del fenómeno.
La discusión pública sobre estas denuncias debe centrarse en el respaldo a las víctimas, la investigación puntual de cada caso conforme a la ley y la mejora de los mecanismos institucionales de atención y protección, sin estigmatizar a las instituciones en su conjunto ni a todas las personas que laboran en ellas.